NUESTRA FORMACIÓN
En el tiempo del seminario los seminaristas son formados bajo los aspecto humano, espiritual, intelectual, y misionero, enraizados en la tradición y la cultura local y en las enseñanzas de la misión y de la Iglesia Universal.
FORMACIÓN HUMANA
El aspecto humano se realiza en la comunidad del seminario con una vida fundada en relaciones fraternas y sinceras entre los seminaristas y los formadores. El fundamento de esta formación es la frecuentación del Camino Neocatecumenal en las comunidades locales, que además da a los seminaristas la posibilidad de entrar en contacto con la realidad del lugar, de conocer los problemas de las familias y de los jóvenes del ahí.
El seminario en parte les involucra a la responsabilidad de la vida en la comunidad, preparando las liturgias, se ocupan de los trabajos en la cocina y de mantener la limpieza y el cuidado de varios ambientes.
FORMACIÓN ESPIRITUAL
Esta tiene como punto de referencia el carisma del Camino Neocatecumenal, donde a través del escuchar la Palabra de Dios, la Eucaristía y la vida en comunidad reciben una iniciación a la vida cristiana. En el seminario tiene lugar la Eucaristía cotidiana, en el rito bizantino o en el latino, y la oración del breviario. Además, cada semana viven juntos un momento de “scrutatio” de la Palabra, durante la cual se aprende a tener un contacto personal con la Sagrada Escritura, y tienen una hora de adoración nocturna personal y silenciosa, durante la cual rezamos especialmente por los benefactores del seminario.
FORMACIÓN INTELECTUAL
Esta se realiza a través de estudios de filosofía y teología en la Academia Teológica “beato Teodor Romzha” de Uzhgorod. Aparte del curso previsto por la ratio studiorum para la formación, se participa en cursos extra de profundización y de especialización con un trabajo de continua formación personal.
Como objeto de estudio particular es la riquísima tradición oriental de la Iglesia, en su liturgia, en las obras de los Padres, en el canto, en la historia que se convierte en maestra de vida.
PARTICIPACIÓN EN LA ACTIVIDAD MISIONERA
Esta se concretiza en experiencia tanto siendo miembros de equipos de evangelización durante el tiempo en el Seminario como, sobre todo, a través de una práctica de itinerancia de algunos años, durante los cuales se interrumpen los estudios para entrar en estrecho contacto con varias realidades de misión en Ucrania y en deiferentes partes del mundo.
SACERDOTES Y FORMACIÓN PERMANENTE
La preparación recibida en el seminario continua también después de la ordenación sacerdotal. Aun cumpliendo diferentes funciones como sacerdotes enviados de parte del Obispo Diocesano, los presbíteros siguen una formación permanente teniendo como centro el seminario.
Esta se realiza con encuentros cada semana con el rector para escrutar la Palabra de Dios, vivir juntos la Eucaristía o únicamente contar su propia experiencia, y pedir consejo, o presentar dudas.
Fieles al modelo apostólico, según el cual Jesús envió a sus apóstoles, después los reunió y volvió a enviar de nuevo, así la iglesia igualmente se preocupa de sus ministros a través de una formación continua, en una relación de confianza y sinceridad que ayuda a superar también los momentos más difíciles y a compartir las alegrías de la vida sacerdotal.